La distribución de la vacuna anti COVID-19 es una operación de logística de las más complejas que está implementando el Gobierno del Presidente Nayib Bukele. Se requiere de una precisión en la cadena de frío para mantener la calidad del fármaco y esto se ha logrado con el mejoramiento del Centro Nacional de Biológicos (CENABI).
El referido centro tiene la capacidad de almacenar 16 millones de vacunas, incluso, hay una sección con frigoríficos de almacenaje para condiciones de ultra frío, es decir temperaturas extremas bajo cero, si fuera necesario.
En el caso de la vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, el fármaco no requiere de temperatura muy baja para mantener la calidad del producto, esto facilita la transportación hasta llevarla a los diferentes lugares, incluso, donde solo es posible llegar en lancha o helicóptero.
A juicio del ministro de Salud, Francisco Alabi, el país cuenta con la cadena en frío más grande, per cápita, de Latinoamérica y este fue uno de los requisitos que destacó la Organización Mundial de la Salud (OMS); El Salvador demostró estar muy bien preparado para el cuido y suministro de vacunas.
El país tiene capacidad de almacenar las vacunas suficientes como para vacunar a la mitad de la población en la región centroamericana (37.4 millones, según el Sistema de Integración Centroamericana, SICA).
Con la llegada del Gobierno del Presidente Nayib Bukele y como parte de la estrategia del manejo de la pandemia, el CENABI fue modernizado y en el sistema hospitalario público fueron cambiadas las refrigeradoras inservibles y oxidadas que mantenían, por equipos nuevos como parte de la cadena de frío a escala nacional.
Con el montaje de este sistema, el Gobierno garantiza el traslado y suministro de fármacos con gran calidad para que tengan los efectos esperados de inmunización entre la población. El plan de inmunización está en vigor sin que hasta esta fecha se haya presentado algún inconveniente.