El Gobierno del Presidente Nayib Bukele está avanzando en los proyectos de inversión para Educación previstos en el presupuesto 2021, como la compra de computadoras para los estudiantes del sector público, la mejora de los centros escolares de todo el país y la próxima construcción de dos sedes de la Universidad de El Salvador en Chalatenango y Morazán, gracias al refuerzo presupuestario que logró la actual administración.
El Gobierno trabaja por la transformación del sistema educativo del país, el cual estuvo abandonado durante 30 años por gobiernos que solo buscaron enriquecerse y negar los beneficios fundamentales a la población.
Una de las principales apuestas ha sido mejorar la infraestructura escolar deteriorada. El Ministerio de Educación anunció a inicios de este año la puesta en marcha del Proyecto Mi Nueva Escuela, una importante inversión para la construcción y remodelación de centros escolares en todo el país, que recibe financiamiento de fondos del Gobierno y de tres vías de inversión externa.
Estas acciones le dan seguridad a la población de que el Gobierno se preocupa por su bienestar, no como las anteriores administraciones que dejaban a medias las obras y proyectos.
Otra gran apuesta es la mejora de la educación superior en el país, que gracias a la visión del Presidente Bukele, la Universidad de El Salvador (UES) logró un presupuesto de $120.7 millones, en los que se incluye la construcción de dos nuevas sedes, una en Morazán y otra en Chalatenango, las cuales próximamente comenzarán a ser construidas, llevando más oportunidades y desarrollo para la zona oriental del país.
Gracias al liderazgo del Presidente Bukele y del trabajo articulado de su Gabinete de Gobierno, se ha logrado en poco tiempo dar un giro a la educación, que se está fortaleciendo con la inclusión de la tecnología y la entrega de las computadoras, con lo que se contribuirá a reducir la brecha digital, otra gran deuda que este Gobierno se ha comprometido a eliminar.
Con el presupuesto 2021 se logró dignificar a los maestros del sector público, a quienes se les entregó un aumento de $100, así como al personal administrativo, que durante décadas demandaron mejores condiciones y nunca fueron escuchados.
Los salvadoreños están recibiendo por primera vez un apoyo directo de un Gobierno que enfoca sus políticas públicas en su beneficio.
