El Gobierno del Presidente Nayib Bukele, a través de los gabinetes de Seguridad y Salud, se mantiene empeñado en reducir la violencia y evitar la propagación de COVID-19 a los salvadoreños.
Las acciones para la reducción de la criminalidad ejecutadas en el marco del Plan Control Territorial han generado bajas históricas de los homicidios y otros delitos de alto impacto.
En los primeros 26 días de 2021, la Policía Nacional Civil (PNC) contabiliza una baja de un 19.6% con relación a 2020, considerado el año más seguro en la historia reciente de El Salvador.
La reducción en los índices de criminalidad abre la oportunidad para que empresas extranjeras se interesen en invertir en el país, lo cual permitiría aumentar la productividad y el desarrollo de la población salvadoreña.
Los esfuerzos del Gobierno del Presidente Bukele por resguardar la seguridad de los salvadoreños se ejecutan de manera paralela con el trabajo del gabinete de Salud y otras instituciones que apoyan en la verificación del cumplimiento de las medidas de bioseguridad para evitar el contagio del COVID-19.
El Salvador es el país que menos fallecidos registra a causa de COVID-19 en la región centroamericana. Las cifras detallan que en el país han sido reportados 1,583 decesos.
Ante la llegada de la pandemia, el Gobierno del Presidente Bukele trabajó intensamente para crear las condiciones idóneas para atender a los pacientes contagiados con la enfermedad y evitar que la red hospitalaria colapsara.
La red hospitalaria salvadoreña fue dejada por los anteriores gobiernos prácticamente en ruinas, sin espacios adecuados para atender a los pacientes, sin camas, sin medicamentos. Luego de una inversión millonaria realizada en la actual administración, la capacidad instalada en la red hospitalaria pública es la mayor en toda Centroamérica.