Policía proyecta bajar la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes al cierre de 2020

La tendencia de las estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC) para el cierre de 2020 señala que se tendrá una tasa de 21 homicidios por cada 100,000 habitantes, lo cual constituye una evidente reducción de la criminalidad. Esto como resultado del Plan Control Territorial, la estrategia de seguridad implementado por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele.

Esa proyección para el final de 2020 significa que la tasa de homicidios bajaría de 36 homicidios a 21 por cada 100,000 habitantes. 

Esta tasa se constituiría en la más baja registrada en las últimas dos décadas, según las estadísticas oficiales de la Policía.

En 2015, cuando gobernaba el Fmln, El Salvador registró una tasa de 103 homicidios por cada 100,000 habitantes, considerada la más alta en las últimas décadas. Pero eso no fue todo, en 2016 se tuvo 81, en 2017  fue de 60, y en 2018, 50. Esos índices de homicidios ubicaron a El Salvador como uno de los países más peligrosos del mundo. Los turistas extranjeros eran advertidos por sus gobiernos de los riesgos existentes al visitar el país.

AdemásPolicía captura a 1,586 acusados de homicidio, como resultado del Plan Control Territorial

La tasa de homicidios más baja obtenida en los pasados gobiernos fue en 2012 y 2013 en plena tregua entre grupos criminales promovida por el primer gobierno del Fmln. Las tasas oscilaron entre 40 y 41 homicidios por cada 100,000 habitantes. 

Con la implementación del Plan Control Territorial del Gobierno del Presidente Bukele, los salvadoreños han sido testigos de la disminución de los delitos como asesinatos de mujeres, extorsiones, hurto y robo de vehículos, y reporte de personas desaparecidas.

El control de los territorios por parte de la Policía ha permitido la baja de un 46.3% en la cifra de los homicidios entre el 1 de enero y el 27 de noviembre.

La operatividad de la Policía y de la Fuerza Armada de El Salvador, así como el orden y control aplicado al interior de los Centros Penales han sido determinantes en la disminución en los índices de criminalidad durante la actual gestión presidencial.