Luego de varias semanas de relajación, la pandemia de COVID-19 ha vuelto a cobrar fuerza en muchos países causando la segunda ola de contagios y más fallecidos. El Salvador mantiene, a esta fecha, los índices de contagio más bajos en la región, sin embargo, no escapa a la posibilidad del repunte de casos mundial, de no guardarse las medidas sanitarias.
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele reitera el llamado para no bajar la guardia y a implementar todos los protocolos de bioseguridad para evitar ser víctima del COVID-19.
En varios países europeos las autoridades han vuelto a ordenar medidas drásticas como la restricción de sus ciudadanos a la movilidad en las calles o el confinamiento domiciliar por tiempo indefinido con el objetivo de evitar la transmisión del virus de persona a persona.
Alemania, Francia, República Checa, Inglaterra, entre otras naciones, volvieron a contraer sus economías. Las ciudades lucen desoladas apenas con uno que otro ciudadano que en caso de emergencia se arriesga salir a la calle.
En Estados Unidos algunas ciudades de importantes estados han tomado medidas preventivas severas para controlar el resurgimiento del virus.
Durante 10 meses que lleva la pandemia en el mundo son reportadas más de 45 millones de personas contagiadas y 1,1 millones fallecidas.
Ante este panorama el Gobierno salvadoreño se mantiene en estado de alerta y no paraliza todas las acciones sanitarias para controlar la pandemia como el fortalecimiento del sistema hospitalario público, la toma de muestras PCR (Prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés) para diagnosticar los casos confirmados, cercos sanitarios y la promoción de los métodos preventivos.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, recomienda que los métodos de barrera más efectivos contra el COVID-19 son: El uso de la mascarilla, lavado de manos con agua y jabón; no tocarse con las manos ojos, nariz y boca sin estar desinfectado; evitar las aglomeraciones, guardar el distanciamiento social, entre otras.